El pasado Viernes tuvimos un claro ejemplo de las llamadas “tormentas secas”, dichas tormentas se denominan así porque pese a su espectacular puesta en escena, suelen ir acompañadas de escasas precipitaciones y éstas en muchos casos suelen darse en forma de granizo. Pero si es cierto es que llevan un importantísimo aparato eléctrico, lo que en esta época del año es un gran riesgo para nuestros bosques, lo pudimos ver en directo el pasado viernes con conatos como el de Serra y otras poblaciones.
Pero el verdadero problema lo producen los denominados FUEGOS LATENTES, ¿Cómo aparece un rayo latente y en qué condiciones se produce? Bien, en determinadas condiciones, sobre todo si ha llovido o la humedad es muy alta, la caída de un rayo sobre un árbol puede originar una combustión interna muy lenta (por la falta de oxígeno en el interior del mismo árbol o en las mismas raíces), sin que éste arda por fuera de manera inmediata a la presencia de esta descarga eléctrica.
Precisamente la ausencia de oxígeno en el interior del árbol provoca que no aparezcan las llamas y que la combustión sea muy lenta dentro del mismo. Una vez retirada la tormenta (en algunos casos 24 o 48 horas después de la caída del rayo), cuando cambian las condiciones meteorológicas, puede haber un descenso de la humedad y esto provocará que el fuego pueda salir al exterior y originar un incendio por culpa de estos rayos latentes, dormidos o silenciosos. Situaciones como ésta, tal como ha informado la Consellería de Gobernación, ha podido ser la causa del incendio de la Vall d´Uxo.
El conseller de Gobernación y Justicia, Luis Santamaría, ha informado que el incendio ha sido causado por un rayo y ha afectado a una superficie de 169 hectáreas, de las cuales 167 pertenecen a la Vall d´Uixó y 2 hectáreas son del término municipal de Alfondeguilla.
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