Los incendios provocados son uno de los hechos más difíciles de investigar y probar ya que en la mayoría de los casos no hay testigos y las pruebas se consumen con el fuego.
De todos es sabido la capacidad que poseen los perros para detectar olores en muy bajas concentraciones.
Aunque muchas veces se aprecien acelerantes, estos están tan ligados a la actividad humana que el simple hecho de detectarlos es de un valor probatorio limitado, es en éste ámbito donde actualmente el investigador de incendios cuenta con una nueva herramienta de gran utilidad: los perros.
El uso de perros en la investigación de incendios es bastante reciente y sus inicios se remontan a los años ochenta, y será en los noventa cuando adquiera mayor desarrollo, principalmente en Estados Unidos y Canadá, aunque en Europa; Países Nórdicos, Francia, Alemania y Gran Bretaña también han desarrollado programas de entrenamiento de perros en este campo.
Cuáles son las funciones de los perros en la investigación de incendios?
Los perros son capaces de rastrear en el lugar del incendio y detectar la presencia de acelerantes (es decir, gasolina, aguarrás) que podrían haber sido utilizados para iniciar deliberadamente el fuego.
Estos perros son capaces de detectar hasta 10 tipos diferentes de sustancias acelerantes incluyendo mixtos.
El éxito de su trabajo se basa en la formación altamente cualificada, más el respeto, la confianza y la unión entre el perro y su guía.
Las ventajas del uso de perros en la investigación de incendios.
Los perros de investigación son capaces de ratrear un área de 400-500 metros cuadrados en menos de 10 minutos, mientras que un humano podría emplear hasta cuatro horas para buscar en un área de 20-30 metros.
El perro es capaz de localizar la fuente más fuerte de acelerante dentro de 1-2 metros garantizando así la recuperación de las mejores muestras y su olfato puede detectar pequeñas traza de acelerante imperceptibles para nosotros.
También son capaces de diferenciar entre los hidrocarburos naturales producidos durante la combustión y los hidrocarburos introducidos por un incendiario. Y pueden buscar en la escena del incendio hasta 5 o más días después.
Una vez determinada la ubicación de una traza de líquido inflamable el perro debe indicar el lugar exacto, y lo hará de dos maneras:
– Proactiva: por la excavación o arañazos en el lugar de ubicación.
– Pasiva: ya sea sentado o tumbado con la nariz apuntando hacia el sitio de origen.