La acción del hombre en la naturaleza es más que evidente, y los cambios producidos en ella en muchas ocasiones derivan en clarísimos riesgos para el propio ser humano, hablamos por ejemplo de construcciones próximas a cuencas fluviales y barrancos o edificaciones en masas forestales densas y con escasas vías de evacuación.
Mucha es la legislación al respecto, tanta como su sistemático incumplimiento. ¿Se puede compatibilizar el uso y disfrute de la naturaleza con la seguridad? Probablemente si, pero siempre que esté acompañado de grandes dosis de sentido común.
La negativa habitual a la creación de corta fuegos o a la tala controlada son argumentos carentes de lógica, hay que ser conscientes de que en ocasiones el llevar a cabo un sacrificio puntual de masa forestal puede salvar la generalidad del entorno, pero vayamos más allá y veamos algunos posibles métodos de control y aseguramiento de la naturaleza en cuanto a nuestros bosques se refiere:
• La ubicación de barreras arborícolas resistentes al fuego entre masas forestales que no lo son pueden retardar la acción del fuego y en consecuencia facilitar la respuesta de los medios de extinción, sirva como ejemplo la ubicación de cipreses en los márgenes de los caminos en los bosques que actuarían como cortafuegos naturales.
• La tala selectiva o desmoche a media altura de los pinos, así como la limpieza del bosque bajo son una gran herramienta de prevención, y ante esa posibilidad surgen alternativas ecológicas muy interesantes, tales como el pastoreo de distinta etiología y/o la presencia de especies animales herbívoras bajo control endémico.
• De igual forma es muy interesante y necesaria la sustitución de árboles enfermos y muy viejos de fácil combustión por otros sanos y jóvenes que renueven nuestro parque forestal, toda vez que se utilice parte de la madera cortada en la formación de taludes que sirvan de contención en las épocas de lluvias y deshielos.
• La proliferación de balsas de carga es muy importante puesto que en la extinción de un incendio el tiempo es fundamental, máxime cuando las condiciones meteorológicas (viento y temperaturas elevadas) son adversas, siendo que además la existencia de humedales atrae la presencia de especies herbívoras.
Por último es necesario concienciarse de que es muy importante el compromiso de los Ayuntamientos respecto de la creación de las fajas de seguridad de las zonas pobladas, de la integración de hidrantes que permitan a los servicios de extinción proveerse de agua sin necesidad de alejarse del punto de crisis y todo ello trabajado desde la existencia de un Plan Municipal de Emergencias por incendios forestales, útil y actualizado.