La Comunidad Valenciana tiene un triste e histórico recorrido en lo que a inundaciones se refiere, por recordar las más significativas remarcaré las de 1957 y la famosa Pantanada de Tous de 1982, esta última dejó imágenes que todavía permanecen en las retinas de muchos de nosotros y significaron un terrible golpe a la economía de las comarcas de la Ribera y de luctuosos sucesos.
[infobox size=”col-12″ last_column=”true” color=”blue”]¨El 19 de octubre empezaron las primeras lluvias de entidad a lo largo de la costa mediterránea, debido a la casi estrangulación de una fuerte vaguada en altura sobre la península, la interrupción del flujo de vientos del oeste y la formación de una zona depresionaria al norte de Argel. La noche del 19 al 20 de octubre se formó un impresionante complejo convectivo de mesoescala que permaneció prácticamente estático sobre el levante, provocando un auténtico diluvio que se prolongó a lo largo del día siguiente”[/infobox]Las lluvias superaron los 100 mm en la mayor parte de la cuenca del Júcar y los 600 mm en un área de 700 km² aguas arriba del pantano. Esto causó una gran afluencia de agua, y debido a la deficiencia de los muros y ante la imposibilidad de abrir las compuertas, debido a una serie de fallos humanos como la falta de personal cualificado en situaciones de elevado riesgo, la presa de Tous comenzó a desbordarse. Pese a conseguir finalmente abrir las compuertas, como el caudal entrante era mucho mayor que el que podía salir, se vino abajo a las 19:15h del 20 de octubre, originando una crecida de 16.000 m³/s, una de las mayores registradas en España, arrasando las comarcas de la Ribera Alta y la Ribera Baja.
Si atendemos a la circunstancia de que se consideran lluvias torrenciales 40mm/hora o 100mm/12 horas, nos podemos hacer una idea de lo que pudieron significar 600mm. Y esto demuestra que los fenómenos de Gota Fría o DANA, forman parte del clima del litoral mediterráneo y si bien son inevitables, debemos de estar preparados para hacerles frente con el menor riesgo posible. Y eso pasa por la correcta realización por parte de las administraciones locales de los preceptivos Planes Territoriales Municipales PTM y dentro de estos de los Planes especiales por Inundaciones. Y para ello es necesario tener una clara conciencia del riesgo y la anticipación al mismo. Y exigirse o en su defecto exigir desde la ciudadanía el cumplimiento de la L.O. de Protección Civil, y que de una vez por todas los responsables municipales entiendan que Protección Civil es mucho más que un grupo de voluntarios ( por otra parte dignos de la mayor admiración), sino contar con planes correctos y técnicos especializados en protección civil. No olvidemos que así lo dice la Ley respecto de las poblaciones con más de 20.000 habitantes.
Junto a la correcta realización y actualización de los planes territoriales y planes especiales, es inminentemente necesario el respeto al PATRICOVA (Plan Territorial de riesgo de inundaciones de la Comunidad Valenciana), pues establece un histórico de inundaciones respecto de las zonas posibles de edificación. Y no olvidemos que en las inundaciones existen los llamados periodos de retorno que lamentablemente se cumplen inexorablemente y que hacen que con ciclos periódicos se repitan estas lluvias.
Este año puede ser especialmente complejo si al final de la época estival hemos mantenido temperaturas muy elevadas y ausencia de precipitaciones, puesto que nos encontraremos con los siguientes parámetros:
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[list_item icon=”icon-ok” hex_color=”669966″]Terrenos impermeabilizados por la pertinaz sequía.[/list_item]
[list_item icon=”icon-ok” hex_color=”669966″]Temperaturas en superficie, continentales y marítimas muy elevadas.[/list_item]
[list_item icon=”icon-ok” hex_color=”669966″]Deforestación del terreno por incendios forestales.[/list_item]
[list_item icon=”icon-ok” hex_color=”669966″]Cuencas y barrancos sucios y ausentes de limpieza forestal.[/list_item]
[list_item icon=”icon-ok” hex_color=”669966″]Corrientes de aire frio en altura.[/list_item]
[list_item icon=”icon-ok” hex_color=”669966″]Vientos húmedos de Levante.[/list_item]
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Pues bien, con estos ingredientes habremos cocinado una GOTA FRÍA de libro.